No voy a negar que me encanta que el 90% de nuestra comunidad sean mujeres, y menciono esto porque hoy voy a hablar de hormonas. Los hombres también tienen hormonas, claro está, pero yo soy una obsesionada por la salud hormonal de la mujer desde que descubrí y comprobé los beneficios de cuidar nuestras hormonas ya que son esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo en su totalidad. En mi investigación de la cosmética natural, entendí que además de otras sustancias tóxicas que contienen, entre ellas nos encontrábamos con los disruptores endógenos. Son sustancias capaces de mimetizar nuestras hormonas y por lo tanto alterar nuestros ejes.
Los encontramos en las fragancias, los parabenos, bisfenoles en envases de plástico, y si, las sustancias migran desde el envase hacia el producto con el que están en contacto.
Algunos de los efectos probados son: compiten con los estrógenos naturales, interaccionan con los sistemas enzimáticos responsables de regular el equilibrio hormonal, inducen la proliferación tumoral, son antiandrogénicos (inhiben las hormonas sexuales masculinas como la testosterona, que las mujeres también tenemos y que es vital para nuestro bienestar) y producen daños en la fertilidad.
Otros efectos adversos son difíciles de probar, ya que muchas veces el efecto cóctel, hace que sea difícil establecer una dosis segura y además dosis más altas no siempre significan en este caso, mayor efecto. Dadas estas particularidades de toxicidad, no existe un consenso a nivel mundial sobre su regulación.
Cuando suceden estos casos, mi sentido común entra en acción… no es mejor eliminarlos del todo , o al máximo posible de nuestro uso cotidiano? Por eso en RUH no usamos este tipo de sustancias en ninguno de los productos.
Créanme chicas, la salud hormonal, IMPORTA.
Saludos, Lu, Fundadora de Ruh Natural